Con un buen desayuno podemos cambiar al mundo
Transformando Colombia desde el desayuno
Es muy común escuchar que el desayuno es el alimento más importante del día, ¿pero, te has preguntado qué tanto impacto puede llegar a tener realmente un desayuno? En Kellogg hemos descubierto que con un buen desayuno podemos cambiar al mundo.
Desde hace varios años Kellogg trabaja en alianza con ABACO, Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia, en el programa Desayunos Saludables, el cual permite que cientos de familias de comunidades en situación de vulnerabilidad tengan la posibilidad de acceder diariamente a este alimento y, de paso, transformar una realidad vulnerable y violenta, en una más esperanzadora.
Una comunidad sin barreras invisibles
El barrio Manuela Beltrán, en el distrito de Aguablanca, en Cali, Colombia, es una comunidad caracterizada por los bajos recursos, infancias en las calles y un alto nivel de pandillerismo, el cual pone en peligro a niños y niñas tanto por su propia seguridad como por la posibilidad de ser parte de acciones delictivas desde una corta edad.
Es por eso que el pastor Orlando Caicedo hoy dirige la Bodega de Jesucristo, una organización que busca ayudar a los niños a crecer con una mentalidad distinta. Mientras que los padres y madres de familia no pueden atender a sus hijos e hijas por estar trabajando, este espacio les abre sus puertas y les ofrece en distintos momentos educación, orientación y, por supuesto, desayunos.
Al día de hoy el programa Desayunos Saludables ha apoyado a La Bodega de Jesucristo por más de tres meses brindando fruta, cereal y huevo a más de 60 niños diariamente, lo cual ha generado un cambio en la comunidad, pues se vuelve un espacio seguro, donde se rompen las llamadas barreras invisibles, límites trazados por la separación de territorios y pandillas, que, al desaparecer, dan lugar a una convivencia alegre y segura.
“Muchas veces los niños venían muy malgeniados porque sus mamás no podían darles de desayunar y no podían ir a la escuela. Ahora (con el programa Desayunos Saludables) les veo un semblante diferente y se ve que su alimentación y su vida han cambiado para bien.”
Don Orlando Caicedo.
Nutrición más allá del cuerpo
Con testimonios como este, vemos cómo el desayuno se convierte en la herramienta comunitaria para enfrentar grandes problemas, sin embargo, este tipo de apoyo también tiene efectos en la rutina diaria de las familias que lo reciben. Un gran ejemplo de ello es el de las Lunitas de la Madre Laura, una fundación que atiende infancias y adolescencias vulnerables en Ibague, Tolima, con la finalidad de rescatar valores familiares y brindar alimento.
Al día de hoy, y desde hace más de seis años, con el apoyo de Desayunos Saludables, la fundación logra alcanzar más de 250 familias diariamente, logrando así trascender el valor nutricional del almuerzo y mostrando beneficios de distintos tipos; en primer lugar, las finanzas de las familias son mejor aprovechadas y permiten adquirir más alimentos para el día. En segundo lugar, los niños y niñas beneficiarias cuentan con más energía y atención para realizar sus labores escolares, teniendo un mejor desempeño y, claro, un mejor ánimo para ir a la escuela.
Y por último, pero no menos importante, la experiencia de recibir un desayuno como el que les brinda Desayunos Saludables tiene un efecto positivo en las emociones de niños y niñas, quienes, según reportan las encargadas de la fundación, se sienten privilegiados y vuelven a su casa muy emocionados y con una actitud que se ve reflejada en su autoestima y actividades del resto del día.
Es así que este apoyo del que Kellogg forma parte contribuye cada día con la posibilidad de inventar un destino más luminoso para cientos de familias. Por eso, hoy nos sentimos agradecidos con ABACO por su alianza y orgullosos de nuestro trabajo en conjunto para generar un mundo mejor a través de acciones que lo vuelven realidad.